Para padres de adolescentes
Varias veces en mi consulta de orientadora familiar, aparece la pregunta de una madre de adolescente sobre la poca comunicación que tiene su hijo o hija con ella, y que, solo algunos meses atrás gozaba de una aceptable y sana comunicación con sus retoños, pero ahora se le hace casi imposible saber: «qué le estará pasando por su cabeza» o » ya no me cuenta nada».
Los adolescentes no necesariamente en términos generales, cuando llegan a una determinada edad, suelen elegir a sus pares como sus confidentes porque creen que son mejor comprendidos por ellos que por sus progenitores.
Dos tips muy simples que da buenos resultados, para retomar la confianza con el hijo o hija.
Escuchar: Cuando el adolescente relate cualquier anécdota por muy fuera de lugar que nos parezca, o quizás hasta medio riesgosa y que se nos alerte de alguna situación que por nada nos gustaría que nuestro ser querido esté involucrado, primero, muéstrese interesada en lo que está relatando y si ha de hablar, después de escuchar muy atentamente, solo dedíquese a hacer preguntas, como por ejemplo, ¿qué dijeron otros chicos al respeto? , ¿ y tú, qué hubieses hecho en su lugar?, ¿qué piensas tú de lo que acabas de contarme? etc. Debes mostrarte interesada en lo que tú hijo deseó contar. Importante no parecer ansiosa por querer tener más respuestas de lo obtenido en ese momento, ya se dará más adelante la oportunidad.
Lo segundo, y no menos importante es no juzgar lo narrado diciendo, (incluso antes de que se termine el relato) pero ¡cómo fue posible que se hiciese eso! ¡espero que jamás sepa que tú hayas hecho algo parecido! O, yo jamás hubiese reaccionado así…etc.
Tener buenos oídos y boca cerrada es más asertivo que sermonear.
Una vez que nuestro hijo haya querido contarnos algo, y haya tenido oídos atentos, esa será la puerta amigable que se abrirá más seguido en el futuro.

Mery Thomann
Orientadora Familiar
Consultoría en los pilares de vida
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